miércoles, 22 de junio de 2011

Yo no quiero enamorarme perdidamente y ser correspondida porque sí, y recibir un regalo por cada mes a tu lado, ni ser los novios perfectos, ni darme siempre la razón por no discutir, ni hacer siempre lo que yo quiera, ni que te gastes dinero en mi, ni ir siempre cogida de tu mano, ni que me lleves a lugares preciosos, ni que me digas que amas y todas esas chorradas, ni que digas que vamos a estar siempre juntos, ni quiero estar todo el día con tu brazo por encima de mi hombro, y tampoco quiero que me llames mi vida, mi amor o cariño. Yo, lo que quiero, es conocer a alguien, darme cuenta de que es él, luchar por lo que quiero y con esfuerzo conseguirlo, quiero que me lleves la contraria, que no me des la razón y opines, quiero que nos piquemos y luego reconciliarnos como tú y yo sabemos, quiero que en vez de regalos me hagas sentir que estás ahí, que sigues ahí, y que estarás ahí, quiero que me digas que me quieres, que me quieres ahora, en este mismo instante, y que no te importa lo que pase en un futuro, y que me digas te quiero sin decir nada, quiero que me tires al suelo y que seas tú quien me levante, quiero que me demuestres que estoy por encima de todo, nada de palabras, eso no sirve de nada si no se demuestran, y quiero que tú lo estés haciendo todos los días. Y sí, soy exigente, una niña mimada, caprichosa, egocéntrica, una niña de papá, y una enana que pone caras de asco, pero pese a todos de mis defectos que no son pocos, te aseguro, que nada puede hacer que te deje de querer, y por supuesto, que nadie, va a quererte ni la mitad de lo que te quiero yo, te lo juro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario